SER VIVO SIN VIDA

Hoy rellené la vida de tristezas, porque así me gusta, hoy dejé volar en la madrugada la nostalgia que tanto extrañaba, hoy, increíblemente, la vida se me volvió a colmar de unas partículas  de melancolía. Me sorprendí del pasar del tiempo, me vi allí detenida en la mitad de la avenida de la vida, viendo todo pasar; incluso a mi ser lo veía allí como un transeúnte, como con falta de algo, lo veía allí tan muerto, tan marchito, tan falto de vibraciones energéticas que me dolió, me arrebató todo, me hizo querer devolver el tiempo, no por arrepentimiento, sino por no sentirme muerta.

Hice mi mayor miedo realidad, me sentí muerta y con el alma latente, me sentí como si no pudiese hacer más que observar a los vivos detallándome allí muerta como una flor, con mi cuerpo helado, alejado de las emociones, de los decibeles que pasan dentro de tu cuerpo cuando realmente te sientes en este mundo, parte de algo o de alguien. Me sentí encerrada con ganas de quererlo todo, pero el cuerpo no le respondía al alma.

No pasaba nada más que la vida sin mí, y yo hasta ahora me di cuenta, no pasaba nada, absolutamente nada dentro de este ser, y dan ganas de llorar y de curar el alma, solo que el tiempo ya no te deja, tan solo, porque ya no hay, se me agotó, ya tengo que seguir viviendo y con el alma a medias, porque se me borró una parte que ya no volverá, ya no lograré ser lo que en algún punto quise; creo que arribé a ese punto de la vida en el que te tienes que conformar con lo que tienes.

Esta vez las marcas que la vida dejó fueron tan profundas que rompieron en pedazos lo que alguna vez creí tan fuerte; sin embargo, dicen que hay que estar muy roto para volver, para renacer, para hacer de ti alguien nuevo, pero lo que pasa ahora es que no me encuentro, probablemente eso extraviado se quedó por allá en algún punto donde si viví la vida, y no la existí porque me mantuve en constante movimiento, en ese tan veloz y fugaz que cuando tuve que volver al presente, detenerme, ser consiente y pensante de la realidad dejé un reguero detrás que ya es difícil de recoger, porque se fue quedando en cada instante que no pude contener como vida.

Ya ni deseos tengo, solo quiero volverme un día gris y tronar pensamientos con la lluvia de azules emociones que me colman justo ahora.


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