TU RECUERDO
Si es necesario corro el riesgo de sumergirme a
mi aterrador inconsciente, de salir volando en medio de un rayo de luz que poco
a poco se extingue haciendo de mi mundo un lugar muy oscuro en un lugar
inimaginable.
Me voy y al llegar a mi inconsciente busco su resto diurno y deseo poderlo llevar a un recuerdo y así verlo de una manera más alcanzable.
Sigo pensando en cómo estará, donde estará y si seguirá formando ese lugar que de niña vi como mi hogar, pensaba que por más lejos que él estuviera de aquí seria invencible, su cuerpo no lo fue, pero su espíritu si lo es y aún sigue con ese agradable olor a trementina y sigue con sus manchas multicolores por todo su cuerpo.
Sus ideas, historias y mundo se conservaron en mi mente sin pensar que mi inconsciente los succionaría. Los succionaría para que en algunos de mis sueños se manifestara e hiciera de esos sueños algo mágicamente increíble
Y quizás así parecía algo increíble, algo que tras pasar los años se hacía más y más difícil, algo que ni más allá de mi imaginación se hacía creíble.
Sin su cuerpo, voz, aroma y sonrisa los días se hacen más fríos de lo normal, se hacen un mar de lágrimas.
Hace unas noches entré en uno de sus cuadros, y camine por las montañas, trepe esos altos árboles que solía pintar, palpe sus copas y mirando a ese cielo tan azul desee estar con él.
Él y su triste ausencia se convirtieron en un dolor diario, en un dolor que no quiero que se vaya, que permanezca y siga diciéndome que en poco tiempo ya no estará lejos.
No me sirve nada de consuelo, y no quiero mentir, pero no quiero nada que me haga sentir bien, nada que me consuele.
El cielo se volvió más naranja todas las tardes gracias a ti, a tú esencia y espíritu. Gracias por crearme y hacer de mi inconsciente algo mucho más mágico.
Me voy y al llegar a mi inconsciente busco su resto diurno y deseo poderlo llevar a un recuerdo y así verlo de una manera más alcanzable.
Sigo pensando en cómo estará, donde estará y si seguirá formando ese lugar que de niña vi como mi hogar, pensaba que por más lejos que él estuviera de aquí seria invencible, su cuerpo no lo fue, pero su espíritu si lo es y aún sigue con ese agradable olor a trementina y sigue con sus manchas multicolores por todo su cuerpo.
Sus ideas, historias y mundo se conservaron en mi mente sin pensar que mi inconsciente los succionaría. Los succionaría para que en algunos de mis sueños se manifestara e hiciera de esos sueños algo mágicamente increíble
Y quizás así parecía algo increíble, algo que tras pasar los años se hacía más y más difícil, algo que ni más allá de mi imaginación se hacía creíble.
Sin su cuerpo, voz, aroma y sonrisa los días se hacen más fríos de lo normal, se hacen un mar de lágrimas.
Hace unas noches entré en uno de sus cuadros, y camine por las montañas, trepe esos altos árboles que solía pintar, palpe sus copas y mirando a ese cielo tan azul desee estar con él.
Él y su triste ausencia se convirtieron en un dolor diario, en un dolor que no quiero que se vaya, que permanezca y siga diciéndome que en poco tiempo ya no estará lejos.
No me sirve nada de consuelo, y no quiero mentir, pero no quiero nada que me haga sentir bien, nada que me consuele.
El cielo se volvió más naranja todas las tardes gracias a ti, a tú esencia y espíritu. Gracias por crearme y hacer de mi inconsciente algo mucho más mágico.
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