FIGURAS
Y en la lejanía de un enorme cielo encuentro
unas cuantas luces que forman figuras, figuras que recuerdo haber visto en mi
infancia, pero que hoy por poco son borrosos recuerdos.
Por las noches mientras duermo miro al cielo y
entre las estrellas busco esas figuras que aquellas noches se hacían uno con
mis pensamientos, que después de todo se hacen uno con mis restos diurnos, que
entre más las detallo más distantes se hacen, más extrañas y más borrosas se
van tornando.
No sé si se hace normal el hecho de buscarlas
en cada rincón del cielo, no sé qué tan común sea el hecho de pensar en ellas
todo el tiempo.
Miro el cielo nocturno de mis sueños, pero en
estos jamás se proyectan tales figuras, figuras que a lo mejor me recuerdan a
los mejores años de mi vida. Y las figuras me atormentan ahora, me persiguen y
hacen que cada paso que de sienta que la muerte respirar aún más fuerte en mi
hombro. Parece que la muerte hace parte de esto, se dio cuenta de mi temor, de
aquel temor que cultive en el momento más inesperado.
Las figuras me siguen a cada instante y
concentran mi miedo, lo hacen cada vez más y más intenso, lo vuelven más
terrorífico, y hacen que me sienta realmente atormentada.
Hoy descubro que tales figuras no son más que
representaciones de aquellas cosas que en la cotidianidad hacen que mis días se
oscurezcan y que hacen que en muchas ocasiones me tropiece, pero también
descubrí que me traen buenos recuerdos, me acercan a bellos recuerdos, cosas
que realmente quisiera repetir, sucesos que hoy se hacen más que inolvidables,
que se hacen únicos, imborrables y felices.
Aquellas figuras dejaron de aparecer a penas
descubrí estas cuantas cosas, no sé porque aparecieron en mi vida, pues se me
hace muy difícil el hecho de seguir enfrentando este miedo a la muerte que solo
se quitara el día en el que muera.
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