Mamá

Y cada vez que puedo te digo te quiero y cuando menos lo esperas te abrazo, es que llenas una parte enorme de mi vida, tu haces de los días los mejores momentos.
Hoy pensaba en la ausencia que pudiste haber dejado y me duele, lo pienso y mis ojos se hacen tormentas de agua, que sólo se conservan en la pupila y por mucho en el iris, hoy mi padre con una simple frase me hizo recordar tan amargo suceso.
No se qué paso pero entendí el enorme valor que tienes, entendí el valor de tu sonrisa, de tus anécdotas, de tus chistes sin gracia, de tus lágrimas de dolor, de tu perfección, de tus molestias, de tus descomplicaciones, de tu facilidad para enfrentar la vida como una mujer fuerte, en sí entendí tu valor de madre, tu valor como el mejor ser del mundo.
Quisiera recordar cada día junto a ti, y así sea cotidiana tu presencia se que algún día tu ausencia será permanente y no habrá marcha atrás.
Por ahora solo me queda pensar y entender las vueltas que puede dar la vida, y disfrutar los millones de instantes que nos quedan por vivir, sabes que te amo aunque nunca lo diga, sabes que quisiera tener todo lo que tienes.
Quisiera no llorar mientras instalo estas palabras en este trozo de papel, pero es inevitable pues hasta hoy vuelvo a creer que no eres eterna por más que tu perfección debería serlo.
Es trágico lo que escribo, pero intento representar lo que siento. Te amo mamá

Comentarios

  1. ...y se vuelven visibles esos seres que se han desdibujado en nuestra vida... damos por hecha su existencia dejando de lado que no tienen eternidad corporal... ¿Cómo encapsular la esencia del otro para la eternidad?...no lo se, solo se que al leer tus palabras por un instante el corazón se doblo como una hoja que construye el origami y emergieron las ganas de inmortalizar los instantes...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Que bonitas palabras, la verdad me sentí así cuando lo escribí, con ganas de inmortalizarme e inmortalizar a otros.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

CARTA A UN AUSENTE

La vida

JUAN