El último Abril de Noviembre.
Y en esos pequeños momentos, en ese espacio decorado por humaredas de nostalgia, en un lugar tan frío y lleno de paz, donde la vida dio inicio a nuevos ciclos y a que todo surgiera; por fin comprendí, que era el momento justo para que ese atardecer, esos colores y ese frenesí se quedaran atrás, porque sin duda, ya empezaban a teñirme el alma con sabores amargos y sonidos de tormenta, era el momento de apagar esa luz que ya no tenía sentido. Tendré que seguir así , caminando descalza por la vida, experimentando, conociendo y por qué no, buscando nuevos rumbos, porque la vida es un viaje y la gente pasa y pasa y nunca deja de hacerlo, muchos permiten aprender, vivir, soñar, colorean nuestros paisajes, te aman y dejan amar hasta más no poder, te sacan lo mejor y hasta lo peor de ti, pero bueno, en eso consiste, en sentir, y en no olvidar que a eso vine a la vida. He sobrevivido a varios naufragios, aunque sí, este dejó miles de cuestiones en las peores condiciones; sin embargo, ...