El mundo de la esperanza

Estaba meditando en un lugar típico para meditar y entonces recordé tus besos y pensé en la química, pensé en las miles de partículas que se trasmiten por medio de mi saliva, que de alguna u  otra manera es la tuya… Pensé en los electrones sacudiéndose a grandes velocidades orbitales, luego en esos mismos, pero en los que son de valencia, los que se comparten de un átomo al otro, entonces yo creí que formábamos un compuesto, no lo puedo llamar amor, ni mucho menos pasión, porque estos términos quedan algo pequeños, así que decidí llamarlo Δs donde su ecuación es igual a: Δs = Tu H2O bucal + Mi H2O bucal Luego dispare mi mente hacia tus labios, recordé su delgada forma, su casi perfecta simetría, su suavidad y su contenido de C9H13NO3 (levo-1-(3,4-dihidroxifenil)2-(metilamino) etanol) o también adrenalina que se filtra en los míos para complementar miles de cadenas carbonadas que al leerlas terminan en ico, al, ol, nona, amida, amina y los infinitos prefijos de química o...

Habían atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del avión, de repente esa luz solar se convirtió en un estallido y aparecieron metidos en una nube, donde no importaba nada, donde cada partícula de su cuerpo tenía un átomo de felicidad. Más tarde llegaron a un lugar maravilloso, indescriptible para el lenguaje humano. Allí tuvieron el valor de ser como nunca habían sido, de perder el peso de sus preocupaciones y tan sólo existir gratamente, sin embargo en un pasar del tiempo tal lugar se iba desvaneciendo y entendieron que el estar allí tan sólo había sido el umbral para llegar a eso que tanto tememos; la muerte.

60 minutos que trascienden en una caricia, tres mil seiscientos segundos  de los cuales solo logro recordar cien o tal vez menos. Es como balancear tu cuerpo, como abrir cada poro y de estos sacar salpullidos de sensaciones, que se contagian en el aire, que se desvanecen con la molécula de CO 2 , que estallan y dejan de ser, dejan de besar labios, de reportar su infección, que a más de uno le hace bien y a la vez los transforma y los rellena de una hormona que químicamente los cambia y los revoluciona.  Es como no vivir, es como ver en una fotografía el reflejo de un bonito recuerdo, es como recrear segundos de tu vida, como estallar en miles de  trizas, como revertir el tiempo, despreciar su idea y romper la forma en la que nos controla, es como abrir una luz en dos, es como soñarte frente a mí, como besar tus ojos, como oscurecer tu cabello, morder tus labios y partir tu consciencia. Sentirse ajeno a tus sentidos, sentir que tú los controlas y no ellos a ti...

Existen personas de mucho colores, pero siempre he visto que hay personas cafés y no hablo por su color de piel, son cafés en su forma de ser y es fácil notarlas, no tengo una descripción acertada de como son, pero al verlas se ven cafés, yo pienso que soy como verde porque cuando niña siempre que cerraba mis ojos veía todo verde, mi interior lo era y quizás dicha coloración se reflejaba con la luz y a los ojos de alguien muy detallista yo era verde, como ese verde que adorna los Marcos de la ventanas, ese verde moco, ese verde que poco le gusta al resto. A veces me gustaría ser azul, quizás por el simple hecho que este es mi color favorito... El salpicar de los pasos de la gente me mantiene a gusto, como que repaso el entorno con mis ojos y dedico mi tiempo a ver cosas muy simples y que siempre ignoramos, como que el viento traspasa tu cuerpo, pero en realidad no se siente tan mal como cuando uno va a la velocidad de este, en su mismo sentido, como que más de la mitad de la basur...