El mundo de la esperanza

Recopile mi vida en recuerdos que se van llenando de polvo, de nostalgia, conseguí guardarlos donde la luz no los recubre, donde sólo el más listo los logra encontrar, donde la frialdad de la soledad si los consume, pero no los daña.Los guardo donde sólo se ve calor al sonreír estúpidamente, donde sólo los sueños son capaces de tocarlos sin necesidad de buscarlos. Estos recuerdos son el mapa de mi vida, están desde que mi memoria me lo permite, están desde el momento en el que di mi primer respiro, desde donde deje de depender del cuerpo de otro ser. Recuerdos, una palabra que realmente me hace pensar que vivir es único, me hace pensar que a diario tengo una cuenta regresiva, que a diario dejo de tener el mismo pensamiento, esa palabra me hace ver que soy un montón de energía que jamás se destruirá sólo se transformara y hará parte de ese lugar donde me atreví a dejar el mapa de mi vida, la solución a todas esas preguntas que la gente hacia sobré mi, mis puntos débiles, mis sueños, e...

Se te pierde el tiempo, se ocultan las caras de la verdad, se hacen agujeros en el tiempo y se filtra el dolor del pasado, se aturden mis palabras y se destrozan mientras salen de mi boca, se vierten en la lujuria y se convierten en la luz de un ser oscuro se convierte en la muerte de ese ser. Te busco, te siento y pienso en lo poco que te recorrió el tiempo, pienso en lo insensato que pudo ser el hecho de seguir de la mano con tu presente.

Eres fuerte, buscas en tu interior y notas que es distinto que es diferente al de los otros, que tienes ciertos poderes que no todos tienen que te hacen sentirte realmente único. Te haces mas fuerte cada día, a cada instante notas que este mundo no es tu mundo, porque este no es un mundo de fuertes. Solo de débiles que hacen de su coraza algo muy duro. Miras al cielo y te sientes perteneciente a este, te sientes parte de un lugar donde la fortaleza es cosa del interior de cada uno, donde la fortaleza es cuestión de soñar despierto teniendo la realidad mas presente que nunca, mas cerca a ti.

Y te dan ganas de vivir, pero a la hora de hacerlo se te pierde la esencia de lo importante, se pierde el valor de una sensación, del simple hecho de caminar, el hecho de respirar el oxigeno, la manera de ver el redondo mundo y los falsos pasos que en muchas ocasiones podemos dar. Te pierdes en lo inmediatamente absurdo, en lo simple, en lo que lo cotidiano logro meterte, se te olvido el significado de resistencia, de esperanza y peor aun de ti mismo. Te sujetas de lo mas débil, de lo mas endeble, de lo que puede hacerte daño. Buscas entre el mundo un supuesto lugar que haga de tu mundo un sitio con la esencia que dejaste de tener. Te haces muerto en vida, te desesperas y buscas cualquier forma de dejar de ser una vil alma perdida en el mundo sin valor y sin esperanza.

Si es necesario corro el riesgo de sumergirme a mi aterrador inconsciente, de salir volando en medio de un rayo de luz que poco a poco se extingue haciendo de mi mundo un lugar muy oscuro en un lugar inimaginable. Me voy y al llegar a mi inconsciente busco su resto diurno y deseo poderlo llevar a un recuerdo y así verlo de una manera más alcanzable. Sigo pensando en cómo estará, donde estará y si seguirá formando ese lugar que de niña vi como mi hogar, pensaba que por más lejos que él estuviera de aquí seria invencible, su cuerpo no lo fue, pero su espíritu si lo es y aún sigue con ese agradable olor a trementina y sigue con sus manchas multicolores por todo su cuerpo. Sus ideas, historias y mundo se conservaron en mi mente sin pensar que mi inconsciente los succionaría. Los succionaría para que en algunos de mis sueños se manifestara e hiciera de esos sueños algo mágicamente increíble Y quizás así parecía algo increíble, algo que tras pasar los años se hacía más y más difícil, al...

Y en la lejanía de un enorme cielo encuentro unas cuantas luces que forman figuras, figuras que recuerdo haber visto en mi infancia, pero que hoy por poco son borrosos recuerdos. Por las noches mientras duermo miro al cielo y entre las estrellas busco esas figuras que aquellas noches se hacían uno con mis pensamientos, que después de todo se hacen uno con mis restos diurnos, que entre más las detallo más distantes se hacen, más extrañas y más borrosas se van tornando. No sé si se hace normal el hecho de buscarlas en cada rincón del cielo, no sé qué tan común sea el hecho de pensar en ellas todo el tiempo. Miro el cielo nocturno de mis sueños, pero en estos jamás se proyectan tales figuras, figuras que a lo mejor me recuerdan a los mejores años de mi vida. Y las figuras me atormentan ahora, me persiguen y hacen que cada paso que de sienta que la muerte respirar aún más fuerte en mi hombro. Parece que la muerte hace parte de esto, se dio cuenta de mi temor, de aquel temor que cult...