ATOLONDRADA
Muchas veces uno se contrae entre pensamientos, entre ilusiones, sueños y fantasías que tus neuronas fríamente te crean y gracias a esta acción te llaman humano, humano sentí-pensante. Yo caminaba una tarde por el frío de esta pequeña ciudad, por el rincón de mundo en el que suelo vivir y empecé a ver manchas de color, color azul, rojo, verde, café, violeta y LILA, sin embargo no quise seguirlas, pues cada vez que seguía algún color terminaba escalando montañas infinitas, trepando árboles más altos que mi papá y tarareando canciones que cargaban maldiciones dentro y al final de cada una de éstas acciones volvía a mi hogar, sin mucho o quizás mucho, pero es que como yo, Lila, siempre lo olvido todo, pues ahora no significan nada, es más, no sé si realmente todo esto ha sucedido. Seguí caminando por mi metrópoli con baja temperatura y las nubes me sabían ácidas, me bombardeaban con recuerdos que ni eran míos y yo resultaba viviendo flashbacks ajenos a mí, también me bombardeaban con ...