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Mostrando entradas de febrero, 2013

La cárcel de mi cabeza.

Me canso de recordar y sentir que ya no me importa, me canso de no estar sometida a un mundo de dolor. Sonrió, pienso y entiendo que ya no me importar el dolor, que parece haberse ido. Desearía encontrar entre mis pensamientos el primero, y con este leer el segundo, copiar el tercero, reírme del cuarto, llorar con el 5 y así con todos hasta el último de hoy. Incluyo mi sueños en un relato, las pesadillas de niña y mis miedos también, luego los fotografío en cada uno de sus ángulos y los hago pasar a su celda como viles prisioneros de guerra, los sentencio a la voz de una sirena, a la melodía que hagan las hadas con sus alas y a la risa de una bruja fea y temerosa. En la mañana desayunaran sonrisas amargas y mentiras endulzadas con el odio que nunca he sentido. Por las noches solo los iluminara una vela con fuego de sol y estructura de luna, los guardias de sus celdas serán mi miedo a la muerte y a la total oscuridad. Sellare su sentencia con kilos del odioso amarillo y pizcas de ...

Camino

Derribar miedos y empezar a ser, empezar a pensar, y dejar de sentir o empezar a equilibrar los sentimientos y pensamientos, decomisar pecados y sepultarlos en el fondo de un hombre con alma negra. Tomar café, pensar en la muerte y el infierno, besar tu boca y decir no, hacerlo de nuevo y decir si, respirar y decir que me pesa, recordar y llorar mientras con una sonrisa digo: ya paso dejo de existir, ahora sólo es pasado. Destrozar papel y hacer una piscina con retazos entrar en ella, hundirse y encontrar el fondo, entender que este fondo es el fin del mundo, volver a la superficie y cerrar tal portal de retazos de papelitos que llevan al fin del mundo. Mudar palabras y creer que así te salvarás, cobrar con dolores y pagar con monedas de mala suerte. Al final reencontrarse con ese ser tomarlo de la mano, llevarlo al portal hecho de retazos de papel y vivir con él en el fin del mundo sin olvidar cerrar el portar y dejar que la llave se pierda entre actos con pocas esperanzas.

Soy yo

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Eres la culpable de cada uno de tus sentimientos, eres la culpable de tu inmunda soledad, de tu felicidad, de tu desdicha, de tu intranquilidad y de la persona que eres ahora, eres la condenada a vivir, la condenada a ser y viajar entre pesadillas y sueños. Eres la que mientras mira al cielo descubre infinidades de cosas, eres la que al mirar el sol se siente en paz, feliz y el resto deja de importarle. Eres la que mira la luna y desea estar allí por encima de todo, eres la que se acuesta en el pasto e imagina toda clase de vulgaridades en las nubes, o incluso imagina mundos y los moldea con sus ojos y deseos, eres la que se atreve a decir y sentir por encima de lo razonable y sensato, eres la que no entiende las cosas hasta que se le graban con dolores y feas sensaciones. Soy la que recorre las mañanas a través de una ventana e imagina infinidades a través de esta, soy la que intenta empezar a ser racionalista y dejar que los sentimientos no lleven su vida, soy la que tiene miedo a...

Soy

Dentro de unos cuantos años entenderé que cada uno de los pensamientos que tengo no son algo más que estupideces, que a lo mejor quien soy en estos momentos no será algo tan relevante en el futuro que tendré. Los pensamientos plasmados en estos años no serán más que recuerdos o pensamientos inconscientes, no se sí a veces deseó poder guardar ciertos pensamientos en donde yo quiera y dejarlos ahí hasta el fin de los tiempos, no se sí a veces desearía ser de piedra, no se sí a veces quisiera acelerar el tiempo y llegar a mi último día o tan sólo perder la noción del tiempo y que cuando caiga en la realidad ya no haya realidad, ya no haya un "mi mundo" ni una Liliana viva. Cuando vuelva a abrir los ojos después de perder la noción de todo espero seguir viva y espero no ser la misma de ahora. Espero dejar de ser y estar en donde estoy.

Mi pasión: la luna

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Fue sólo cuestión de segundos para que aquella mujer pasara de contemplar la luna a estar sobre ella, para acariciarla, sentirse dueña de su particular brillo, darse cuenta de la felicidad que le concedía tal satélite. Observaba la tierra, sonreía y creía que esta era la luna de su luna, era la que de una u otra forma parecía darle luz y vida a su nueva pasión: la luna. Parecía sentir más que pasión recorriendo cada uno de sus cráteres, parecía estar enamorada de las sugestiones que le daba la luna. Perdida en el tiempo y el espacio de la luna, recorrió todas y cada una de las estrellas plasmadas en el firmamento con su fría mirada, con cada estrella descubría un nuevo pensamiento y reconocía que la soledad era la sugestión más característica que le había dejado la luna, reconoció que estaba más sola de lo que creía, estaba sola de humanidad, pero no de pasión ni fascinación que era lo que más sentía por lo que ahora era su aventura más excitante y celestial: la luna. Besó la luna h...

Esa mujer

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Se fue navegando con un navío en medio de la nada, y horas más tarde notó que el agua que creía tener bajo su barco ya no estaba, y que a lo mejor nunca estuvo. Decidió caminar, sobre tal suelo, un suelo de sueño, de un sueño que ella llamaba vida, vida que jamás pudo entregarle a alguien. Decepcionada de sus múltiples actos de poca razón siguió caminando, con un paso fuerte y una mirada desviada al cielo. Pensaba en el montón de tiempo que duro creyendo muchas porquerías, tiempo que de una u otra forma no le aporto nada, pero ella después de todo terminaba extraviando esa clase de pensamientos para no aceptar que se había equivocado o para no aceptar que había perdido, se reconfortaba pensando en la poesía o elevándose con pensamientos poco comunes, tan extraños que ni ella misma podía concluir. Llegó lejos, mas lejos de lo que ella creía, parecía haberse transportado a un lugar inigualable, donde la soledad y la tranquilidad se tornaban protagonistas de tal ambiente, no dudo en...